Diseñando para todos
Hola de nuevo! Soy Manuela Alonso,🧝🏼♀️diseñadora UX en Digital Wolves y esta vez vengo a hablar de un tema con el que lidiamos diariamente cómo usuarios, y del que los diseñadores de productos deberíamos ser más conscientes.
Para empezar, podemos definir al diseño inclusivo como la concepción de metodologías para crear productos que todas las personas sean capaces de comprender y usar.
Su principal objetivo es reducir las barreras entre las personas y la tecnología, las cuales hoy en día con el avance del mundo digital se encuentran muy marcadas y tienden a dejar en el olvido a miles de usuarios, como es el caso de las personas mayores, las personas con capacidad reducida o diferentes capacidades, etc.
Nuestra misión
Como diseñadores debemos tomar conciencia de los cambios, positivos para algunas personas y negativos para otras, que nos viene a traer el avance tecnológico.
Es necesario que seamos conscientes de ello y utilicemos estas nuevas e innovadoras herramientas para crear un mundo mejor del que todos nos sintamos parte (suena un poco cursi, pero ¡que lindo seria!)
En definitiva, si nuestra tarea es diseñar un producto para miles de personas, es importante que creemos distintos caminos para las diferentes personas que participen de la experiencia.
Nuestro granito de arena
En nuestro equipo nos proponemos diseñar de manera inclusiva a lo largo del proceso creativo, no solo como un ejercicio de empatía con los demás sino también hacia nosotros mismos.
Les compartimos algunos de los principios que nos ayudan a crear mejores experiencias para todos:
1. Empatizar como base del proceso
La premisa principal para llevar a cabo un proceso de diseño inclusivo es poder dejar a un lado nuestra experiencia personal y punto de vista (el cual es limitado dentro de la infinidad de personas con las que vivimos) e intentar ver el mundo desde una perspectiva mas amplia.
2. Buscar proactivamente puntos de exclusión y usarlos de inspiración para nuevas ideas y oportunidades.
En este punto entendemos la importancia de realizar pruebas con usuarios reales en los distintos momentos del proceso de diseño, lo que nos permitirá empatizar con los distintos puntos de vista de los usuarios, entendiendo su contexto y sus capacidades.
Observar, escuchar, empatizar y recién entonces idear.
3. Identificar el contexto.
Debemos saber que existen tres tipos de exclusión que pueden afectar a las personas: permanente, temporal o situacional. Por lo que es muy importante considerar el contexto en el que el usuario interactúa con el producto y diseñar la experiencia teniendo en cuenta esos momentos de exclusión.
Un ejemplo claro en la vida cotidiana es el caso de una rampa para minusválidos (situación permanente) que también ayudará a transitar cómodamente a una persona con un carro de bebé (situación temporal).
4. Involucrar a personas con diferentes capacidades y habilidades a lo largo del proceso
Los diferentes usuarios no solo nos mostrarán lo que necesitan, sino que nos ayudarán a mirar más allá de nuestras propias habilidades y prejuicios al crear productos.
5. Extender la solución a todos.
Al diseñar de forma inclusiva nos damos cuenta de que las soluciones que se plantean para que un producto sea accesible para cierto grupo de personas con diferentes impedimentos o capacidades, seguramente facilite y mejore la experiencia de un público mucho más amplio.
Aquí el claro ejemplo de los subtítulos, que no solamente resultan útiles para personas con discapacidad auditiva sino también beneficia a quienes tienen dificultad para entender otro idioma.
En resumen…
En este momento pensarán que son demasiados puntos a tener en cuenta a la hora de diseñar, pero en realidad si seguimos metódicamente el proceso de observar, escuchar, empatizar y abrir nuestra mente a los demás puntos de vista, nos damos cuenta que es mucho mas fácil de lo que parece crear experiencias digitales satisfactorias en las que todos salgamos beneficiados.
No les voy a mentir y decir que esto es cosa de hacer el mejor diseño inclusivo a la primera…
Requiere que trabajemos de manera consciente, que tomemos decisiones basándonos en buenas prácticas de usabilidad, que escuchemos diferentes experiencias, y sobre todo que estemos dispuestos a iterar las veces que sea necesario.
Siempre tendremos cosas nuevas para mejorar y siempre podremos seguir contribuyendo para tener un mundo digital más inclusivo.
Nos llevará trabajo y dedicación, pero aportar nuestro granito de arena estoy segura que ¡valdrá la pena!.